Crear una trampa emocional a partir de una imagen o una noticia se ha convertido en una herramienta fácil para grupos de poderes hoy en día, una forma segura de crear apoyo público mundial o nacional según se la necesidad y lograr hacer presión en la comunidad internacional y mover intereses.
El triste final del niño Aylan Kurdi de 3 años que fue encontrado ahogado en una playa de Turquía, a sido la excusa internacional perfecta para conseguir apoyo mundial contra su monstruo, su Frankestein personal llamado ISIS, ese monstruo al que cada cierto tiempo arman descaradamente (según ellos lanzan los conteiners de armas para abastecer sus tropas se equivocan de coordenadas y ISIS se apodera de ellos... si claro) esas guerras necesarias que mueven sus economías.
Armar una trampa emocional es importante y saben cómo hacerlo, el drama del niño Aylan kurdi y su familia es uno importante, una foto muy emotiva que reflejo en una sola imagen el drama que viven los sirios que huyen de la guerra entre el gobierno y la oposición que EEUU arma y apoya económicamente, guerra en la cual se han alzado los kurdos y han entrado en guerra contra ambos bandos.
El mundo ha jugado su papel en todo este juego de occidentalización del mundo árabe, aportando su grano de arena compartiendo en las redes sociales frases de odio, indignación, escribiendo sobre ello en foros, haciendo teatros tristes y representaciones ridículas que hacen un tonto intento por crear conciencia solo porque es la noticia del momento o porque nos dejamos llevar por esa corriente informativa que nos amolda a su Pensamiento único.
Ahí está la clave, el manejo informativo hacia un solo pensamiento mundial, y nosotros colaboramos en ello de forma inocente.
Miguel Angel Carrera. Venezuela
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